FRANZ KAFKA: «Tanto la nación como la clase obrera no son más que generalizaciones abstractas, conceptos dogmáticos, apariencias nebulosas que sólo se han convertido en algo concreto gracias a una operación lingüística Ambos conceptos sólo tienen carta de realidad en cuanto creaciones lingüísticas. Su vida está anclada en el habla, en el mundo interior del habla, pero no en el mundo exterior de las personas. Y sin embargo, lo único verdadero es el ser humano concreto y real, el prójimo que Dios interpone en nuestro camino y a cuyas actuaciones estamos expuestos directamente»