LEV TOLSTÓI: "Dicen que las singularidades que caracterizan a cada pueblo son una condición esencial del progreso humano, y que por consiguiente el patriotismo que trata de mantenerlas es un sentimiento bueno y útil. Pero ¿no resulta evidente que, si bien en tiempos anteriores estas características de cada pueblo —costumbres, creencias, idiomas— eran necesarias para la vida de la humanidad, no es menos cierto que hoy en día constituyen el obstáculo principal para la marcha de lo que reconocemos como ideal, la unión fraternal de todos los pueblos? Y además, el sostenimiento y defensa de cualquier nacionalidad, sea rusa, alemana, francesa o anglosajona, determina el sostén y defensa correspondiente no solo de las nacionalidades húngaras, polaca e irlandesa, sino también de la vascongada, provenzal y otras; lo que no sirve para la armonía y unión entre los hombres, sino para apartarlos y dividirlos".