MIGUEL DE UNAMUNO: “El estudio de la propia historia, que debía ser un implacable examen de conciencia, se toma, por desgracia, como fuente de apologías, y apologías de vergüenza, y de excusas y de disculpaciones y componendas con la conciencia, como medio de defensa contra la penitencia regeneradora. Apena leer trabajos de Historia en que se llama glorias a nuestras mayores vergüenzas, a las glorias de que purgamos; en que se hace jactancia de nuestros pecados pasados; en que se trata de disculpar nuestras atrocidades, innegables, con las de otros”.