MARGARET MACMILLAN: “El nacionalismo es un acontecimiento muy tardío. Durante muchos siglos, la mayoría de los europeos pensaban en sí mismos no como británicos (o ingleses o escoceses o galeses), franceses o alemanes, sino como miembros de una familia, clan, región, religión o gremio en particular. Las comisiones de la Liga de Naciones, cuando intentaron determinar las fronteras después de la primera guerra mundial en el centro de Europa, a menudo dieron con gente que no tenía ni idea de si eran checos o eslovacos, lituanos o polacos. Danilo Dolci, sociólogo y activista italiano, se asombró al encontrar en los años cincuenta a personas que vivían en el interior de Sicilia y que nunca habían oído hablar de Italia, aunque, en teoría, llevaban varias generaciones siendo italianos”.