LEV TOLSTÓI: "Las clases dominantes de Alemania estimularon tanto el patriotismo de la masa del pueblo, que, en la segunda mitad del siglo XIX, se creó una ley disponiendo que todos los hombres tendrían que ser soldados; todos los hijos, los maridos, los hombres sabios y religiosos, tuvieron que aprender a matar, haciéndose los esclavos sumisos del primer hombre de grado militar superior que encontraban, y a matar a cualquiera persona al recibir la orden de hacerlo; a matar a los hijos de nacionalidades oprimidas y a los obreros, sus compatriotas, que pudieran levantarse en defensa de sus derechos, y hasta a sus propios padres y hermanos –como lo proclamó públicamente el más desvergonzado de los potentados: Guillermo II.
Esta resolución horrible, que ultrajaba de la manera más grosera los más nobles sentimientos del hombre, debida a la influencia del patriotismo, fue sancionada por el pueblo alemán sin protesta, y tuvo por resultado su victoria sobre los franceses.
Aquella victoria estimuló más todavía el patriotismo de Alemania, y después el de Francia, el de Rusia y el de las otras potencias; y todos los hombres de los países continentales se sometieron sin resistencia al establecimiento del servicio general militar, es decir, a una condición de esclavitud que exige un grado de humillación y degradación incomparablemente peor que toda la esclavitud del mundo antiguo".