FERNANDO SAVATER: "La unidad de España no es sagrada. La unidad de España puede ser conveniente, históricamente inevitable, políticamente práctica, pero nunca sagrada. No hay nada de sagrado en ella, es decir, de intocable y eterno; no pertenece al reino de lo inmutable ni está por encima de los intereses y afanes de los individuos concretos que habitan el territorio nacional. Es un producto de guerras, convenios y maquiavélicas maniobras, como cualquier otra realidad histórica de la Europa moderna".