GOETHE: «Es muy buena cosa que ahora, con el estrecho intercambio entre franceses, ingleses y alemanes, nos corregimos unos a otros. Ése es el fruto de una literatura cosmopolita. Carlyle ha escrito la vida de Schiller, y lo ha juzgado en general de una manera como no es fácil lo haga ningún alemán. En cambio, nosotros estamos al tanto de Shakespeare y Byron, y sabemos apreciarlos quizá mejor que los ingleses mismos»

FEDERICO GARCÍA LORCA: «Yo soy español integral, y me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos; pero odio al que es español por ser español nada más. Yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista abstracta por el solo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos. El chino bueno está más cerca de mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la médula; pero antes que esto soy hombre del mundo y hermano de todos. Desde luego, no creo en la frontera política»

FRANZ KAFKA: «Tanto la nación como la clase obrera no son más que generalizaciones abstractas, conceptos dogmáticos, apariencias nebulosas que sólo se han convertido en algo concreto gracias a una operación lingüística Ambos conceptos sólo tienen carta de realidad en cuanto creaciones lingüísticas. Su vida está anclada en el habla, en el mundo interior del habla, pero no en el mundo exterior de las personas. Y sin embargo, lo único verdadero es el ser humano concreto y real, el prójimo que Dios interpone en nuestro camino y a cuyas actuaciones estamos expuestos directamente»

OSCAR LEVY: «El pueblo elegido. A los pueblos elegidos de hoy les pasa lo mismo que a los pueblos elegidos de antes: ¡que el resto no se los cree!»


CARLOS ALBERTO MONTANER: "Todos los bípedos del planeta pueden estar-orgullosos-de-sus lenguas -o de sus banderitas-, con lo cual se anulan automáticamente los fundamentos de ese orgullo. ¿Por qué debo estar orgulloso de escribir en el idioma de Cervantes? Es muy peligroso asumir la historia de la cultura como un legado sentimental y vinculante, porque en el mismo idioma y por las mismas fechas en que Cervantes escribía su novela, los tribunales inquisitoriales redactaban las más retorcidas sentencias que pueda imaginarse. No es honesto asumir con orgullo a Velázquez y Goya e ignorar a Torquemada o al sanguinario Conde de España. ¿Por qué debo sentir orgullo por la obra de Menéndez Pidal y vergüenza por los crímenes de Valeriano Weyler, precursor español de los campos de concentración?"
JUAN ABREU: «En cuanto a la poética frase de Saint-Exupéry, "La patria es la infancia", no creo en las patrias, ni siquiera en la de la infancia. La patria es la máscara favorita del oscurantismo tribal, el mayor adversario del impulso civilizatorio»
LUDWIK LEJZER ZAMENHOF: «La gente ha soñado con esto durante siglos, y finalmente se ha hecho realidad. Personas de una gran variedad de países y naciones se han reunido en un pequeño pueblo de la costa francesa. Normalmente, cuando los extranjeros se encuentran, no se entienden entre sí. Pero estas personas se hablan como hermanos, ¡como miembros de una misma nación! En nuestras reuniones, no hay naciones fuertes ni débiles, nadie se considera más o menos prestigioso que otro; disfrutamos de un ambiente tranquilo en el que nadie tiene por qué sentirse avergonzado ni menospreciado. Nos sentimos miembros de una misma nación, incluso de una misma familia. Por primera vez en la historia de la humanidad, un grupo tan diverso puede reunirse, no como extranjeros ni competidores, sino como hermanos. Nos entendemos, y esto se hace sin que nadie imponga su idioma nacional a nadie. A menudo existe una oscuridad de malentendidos y sospechas que divide a las personas. Esta dinámica se ha disipado. Las muestras de afecto recíprocas y los apretones de manos se ven por todas partes. Se llevan a cabo desde una perspectiva humana, no desde una perspectiva extranjera. Somos conscientes de la novedad de todo esto y reconocemos la importancia de que continúe. Este pequeño pueblo francés nos ha dado una cálida bienvenida; sin embargo, no somos simplemente franceses e ingleses, ni rusos y polacos: ¡somos humanos y humanos! ¡Bendito sea el día, que esto continúe y crezca por mucho tiempo!»

WARREN BUFFETT: “El comercio no puede ser un arma de guerra. Deberíamos buscar comerciar con el resto del mundo: nosotros deberíamos producir lo que mejor sabemos hacer, y ellos lo mismo. Es un gran error tener siete mil quinientos millones de personas a las que no les gustas mucho y 300 millones que se jactan de lo bien que les va"
JOSÉ ANTONIO MARINA: "Es posible que si las culturas pudieran permanecer enclaustradas, sometidas a un aislamiento geográfico o a un fanatismo fundamentalista, las creencias morales sobrevivieran indefinidamente sin ser puestas en cuestión, pero no lo creo. No es la globalización de los problemas, ni el turismo, ni el comercio, ni las redes de comunicación los que ponen en un brete al provincianismo moral, sino la propia inteligencia humana, que aspira tenazmente a la fundamentación, la claridad y la ampliación de sus conocimientos y actividades, aunque muchas veces derrape. No hay que olvidar que las morales históricas son una estación de paso en la huida del ser humano hacia la felicidad: el dinamismo expansivo de la inteligencia puede equivocarse, pero no detenerse"

EUGENE LANTI: «El mundo internacional presupone naciones. Esto es malo. Sin embargo, las naciones existen. Lamentablemente, así es. Las enfermedades y las epidemias también existen. ¿Es prudente conservar estos males para que los hombres estén sanos? Por el contrario, un médico compasivo intenta eliminarlos, aniquilarlos»

STEFAN ZWEIG: "Todos los países son igualmente inviables, Europa no volverá a ser habitable hasta que esté unificada y ofrezca en su espacio libertad de movimiento"


GOETHE: «Como hombre, como ciudadano, el poeta amará su patria; pero la patria de su fuerza y de su acción poéticas son la Bondad, la Nobleza, la Belleza, que no están ligadas a ninguna provincia especial, a ningún país especial, que él toma y forma allí donde los encuentra»

FRANZ GRILLPARZER: «De la humanidad a la bestialidad pasando por la nacionalidad»
HARRY MARTINSON: «El hombre que siempre se encuentra en marcha no conoce el autoenaltecimiento del individuo ni la estrechez de miras de quien saca sus fuerzas del nacionalismo: así es como encuentra su verdadera felicidad humana»
ALAIN BORER: "De todos los libros, el que prefiero es mi pasaporte, el único en octavo que abre las fronteras."
JORGE LUIS BORGES: "Esta idea de fronteras y naciones me parece absurda. Lo único que puede salvarnos es ser ciudadanos del mundo."
JAVIER MARÍAS: "Recuerdo que cuando José Luis Garci obtuvo el Oscar, un periódico nacional minimizó el hecho o incluso lo criticó. Estaba en su derecho, ya que ese diario no hace profesión de españolismo a ultranza ni cae de hinojos cada vez que un compatriota triunfa en el extranjero en cualquier campo, sino que tiende a ponderar la posible justicia y merecimiento de ese triunfo, independientemente de su nacionalidad. Y yo mismo, cuando nuestro actual premio Nobel [Camilo José Cela] recibió el premio Nobel que lo ha convertido en premio Nobel, declaré que me parecía la peor noticia posible para la literatura española, ya que suponía la entronización anacrónica de la novela más folklórica, castiza y rancia, contra cuya dictadura los escritores más jóvenes veníamos luchando hacía tiempo. El señor Premio no ha perdonado la osadía de esos novelistas jóvenes que ya no lo somos, necesitado como parece el buen hombre de perpetua unanimidad en la adulación, lo cual hace pensar que tampoco anda muy seguro de su valor. Pero yo no soy nada patriotero, ni siquiera patriótico, y me trae sin cuidado que quien gane algo sea español si a mí me parece una patata el sujeto en cuestión"
GUSTAVE FLAUBERT: «Entiendo poco lo que significa para nosotros hoy la patria. Comprendo muy bien lo que era para el griego, que no tenía más que su ciudad, para el romano que no tenía más que a Roma, para el salvaje al que acosan en su selva, para el árabe, perseguido hasta debajo de su tienda. Pero nosotros, ¿acaso no nos sentimos en el fondo tan chinos como ingleses o franceses? ¿No van hacia el extranjero todos nuestros sueños? De niños, deseamos vivir en el país de los loros, y de los dátiles confitados; nos elevamos con Byron o Virgilio, codiciamos el Oriente en nuestros días de lluvia, o deseamos ir a hacer fortuna a las Indias, o a explotar la caña de azúcar a América. La patria es la tierra, es el universo, son las estrellas, es el aire, es el propio pensamiento, es decir, lo infinito dentro de nuestro pecho. Pero las querellas de pueblo a pueblo, de municipio a barrio, de hombre a hombre, me interesan poco, y solo me divierten cuando constituyen grandes lienzos con fondo rojo»
JUAN GOYTISOLO: "La falta de curiosidad o inapetencia por las culturas ajenas es un índice de decadencia y pasividad, porque la cultura afectada por ese síndrome se convierte en mero objeto de contemplación"

EDGAR MORIN: "Sentí profundamente, tan pronto como me llegó la invitación para viajar a ese país, que no podía demostrar mi ciudadanía planetaria si no conseguía, aunque fuera de modo rápido o turístico, hacerme una impresión física de la enorme China".
JUAN ABREU: «Mi aprecio por las patrias es nulo y qué decir de la tierra que nos vio nacer y toda esa faramalla sentimental que para lo único que sirve es para convertirnos en bestias de corral. Y para engordar y enriquecer a los administradores del corral. Tribalismo, atraso, rumiantismo (creo que me acabo de inventar una palabra)»


THÉOPHILE THORÉ: "Cuando las artes de todos los países, con sus cualidades locales, se hayan acostumbrado a los intercambios recíprocos, el carácter del arte se verá enriquecido en todas partes de modo incalculable, sin que cambie el peculiar genio de cada nación. De esta forma se formará una escuela europea en lugar de las sectas nacionales que aún dividen a la gran familia de los artistas; entonces, nacerá una escuela universal, familiarizada con el mundo, a la que nada humano será ajeno" 


JORGE LUIS BORGES: "Tengo muchas patrias y las quiero a todas. Y a Roma, desde luego, ya que todos somos ciudadanos romanos. Y más atrás somos griegos. De modo que yo espero seguir coleccionando patrias"

LÓRINC SZABÓ: "El tiempo y no la tierra es la verdadera patria".


JAVIER SÁDABA: "Suena a sarcasmo morir por la patria. O matar por la patria".


STANISLAV BALINSKI: "El mundo entero es una patria. No hay país extranjero / solo el tiempo los ata o los separa"

MALIKA ASSIMI: "El nacionalismo no es más que un eslogan de etapa para imponer la identidad de los grupos sociales, pero no es valioso como objetivo último. La humanidad es la mejor opción para el hombre"

JOSÉ ANTONIO MARINA: "El análisis esencial nos dice que el patriotismo es un sentimiento de pertenencia e identidad, determinado históricamente, cuya red semántica incluye el orgullo, la abnegación y el heroísmo. No es de ayer la frase: «Dulcis est pro patria mori». Pero si prolongamos el análisis descubrimos un rasgo de belicosidad, y podemos comprobar que no es un mero sentimiento de pertenencia, no es un sentimiento familiar ampliado, como sostienen muchos autores: es un sentimiento de identificación contra. Su genealogía implica tiempos de incertidumbre y lucha, cuando era preciso reafirmar la cohesión interna del grupo y sacrificarse por él. No era un sentimiento para colaborar con los de fuera, sino para proteger a los de dentro. Eso explica el enlace con el orgullo patrio y con los sentimientos familiares —la madre patria—. Como consecuencia ética de este análisis, le diré que me parece evidente que este sentimiento patriótico no sirve para la colaboración entre naciones y que debe repensarse, recrearse, tomando lo que deba conservarse e inventando un patriotismo de segunda generación"


ANDRZEJ BOBKOWSKI: "Soy polaco y nunca dejaré de serlo, pero todas esas patrias, sollozos, vínculos inquebrantables y peroratas sobre la nación no son para mí. Hoy, a mi parecer, Polonia es el mismo país que cualquier otro país detrás del Telón de Acero: me duele tanto la injusticia de un polaco en Cracovia como la de un checo en Praga o un lituano o un estonio. Ya no separo nada porque las cosas han ido mucho más lejos y esos conceptos de patria o “mi tierra” se han quedado obsoletos, son pura naftalina"