GUSTAVE FLAUBERT: «Entiendo poco lo que significa para nosotros hoy la patria. Comprendo muy bien lo que era para el griego, que no tenía más que su ciudad, para el romano que no tenía más que a Roma, para el salvaje al que acosan en su selva, para el árabe, perseguido hasta debajo de su tienda. Pero nosotros, ¿acaso no nos sentimos en el fondo tan chinos como ingleses o franceses? ¿No van hacia el extranjero todos nuestros sueños? De niños, deseamos vivir en el país de los loros, y de los dátiles confitados; nos elevamos con Byron o Virgilio, codiciamos el Oriente en nuestros días de lluvia, o deseamos ir a hacer fortuna a las Indias, o a explotar la caña de azúcar a América. La patria es la tierra, es el universo, son las estrellas, es el aire, es el propio pensamiento, es decir, lo infinito dentro de nuestro pecho. Pero las querellas de pueblo a pueblo, de municipio a barrio, de hombre a hombre, me interesan poco, y solo me divierten cuando constituyen grandes lienzos con fondo rojo»
JUAN GOYTISOLO: "La falta de curiosidad o inapetencia por las culturas ajenas es un índice de decadencia y pasividad, porque la cultura afectada por ese síndrome se convierte en mero objeto de contemplación"

EDGAR MORIN: "Sentí profundamente, tan pronto como me llegó la invitación para viajar a ese país, que no podía demostrar mi ciudadanía planetaria si no conseguía, aunque fuera de modo rápido o turístico, hacerme una impresión física de la enorme China".
JUAN ABREU: «Mi aprecio por las patrias es nulo y qué decir de la tierra que nos vio nacer y toda esa faramalla sentimental que para lo único que sirve es para convertirnos en bestias de corral. Y para engordar y enriquecer a los administradores del corral. Tribalismo, atraso, rumiantismo (creo que me acabo de inventar una palabra)»


THÉOPHILE THORÉ: "Cuando las artes de todos los países, con sus cualidades locales, se hayan acostumbrado a los intercambios recíprocos, el carácter del arte se verá enriquecido en todas partes de modo incalculable, sin que cambie el peculiar genio de cada nación. De esta forma se formará una escuela europea en lugar de las sectas nacionales que aún dividen a la gran familia de los artistas; entonces, nacerá una escuela universal, familiarizada con el mundo, a la que nada humano será ajeno" 


JORGE LUIS BORGES: "Tengo muchas patrias y las quiero a todas. Y a Roma, desde luego, ya que todos somos ciudadanos romanos. Y más atrás somos griegos. De modo que yo espero seguir coleccionando patrias"

LÓRINC SZABÓ: "El tiempo y no la tierra es la verdadera patria".


JAVIER SÁDABA: "Suena a sarcasmo morir por la patria. O matar por la patria".


STANISLAV BALINSKI: "El mundo entero es una patria. No hay país extranjero / solo el tiempo los ata o los separa"

MALIKA ASSIMI: "El nacionalismo no es más que un eslogan de etapa para imponer la identidad de los grupos sociales, pero no es valioso como objetivo último. La humanidad es la mejor opción para el hombre"


ANDRZEJ BOBKOWSKI: "Soy polaco y nunca dejaré de serlo, pero todas esas patrias, sollozos, vínculos inquebrantables y peroratas sobre la nación no son para mí. Hoy, a mi parecer, Polonia es el mismo país que cualquier otro país detrás del Telón de Acero: me duele tanto la injusticia de un polaco en Cracovia como la de un checo en Praga o un lituano o un estonio. Ya no separo nada porque las cosas han ido mucho más lejos y esos conceptos de patria o “mi tierra” se han quedado obsoletos, son pura naftalina"

GEORGES BATAILLE / PIERRE KAAN: "UN nazi puede amar al Reich hasta el delirio. También nosotros podemos amar hasta el fanatismo, pero lo que amamos, aunque seamos de origen francés, no es en modo alguno la comunidad francesa, es la comunidad humana; no es en modo alguno Francia, es la Tierra".


YURI BAZYLEV: "No busques árboles del conocimiento en el bosque de las banderas"


MESUT ÖZIL: "Anuncio que abandono la selección alemana a causa del racismo y los mensajes de odio que recibo. Aquí siempre pasa lo mismo: cuando ganamos soy alemán, pero cuando perdemos soy inmigrante"


JACQUE FRESCO: "Nadie nace con avaricia, prejuicios, intolerancia, odio o patriotismo. Todos esos son patrones de comportamiento aprendido"


PRESERVED SMITH: "Ningún otro factor en la historia, ni siquiera la religión, ha producido tantas guerras como el choque de egoísmos nacionales santificados con el nombre de patriotismo"


ÁLVARO MORATA: "No sé lo que haré, quizá deje la selección, porque jugar con España a veces es muy complicado para mí. Soy más feliz fuera, porque la gente me respeta. En España no hay respeto por nada ni por nadie".

* En 2021, Morata denunció que su familia había recibido amenazas de muerte por parte de aficionados españoles a causa de las ocasiones de gol que estaba fallando en esa Eurocopa.
BAR REFAELI: "Sí, me negué a cumplir el servicio militar, que en Israel es obligatorio también para las mujeres. Espero que mi caso influyera en el Ejército. ¿Por qué es bueno morir por tu país? ¿Qué clase de patriotismo es el que te lleva a la muerte? ¿Tienen que morir niños de dieciocho años para que yo pueda vivir en paz en Israel?"


JULES ROMAINS: "Europa, mi país"



JAYNE WILKINSON: "¿Por qué no se puede desvincular la identidad nacional del discurso artístico? La adhesión al nacionalismo como método artístico (ver estilos o tendencias como específicos de un país versus otro, y comparar esas diferencias para producir análisis) nació en el siglo XIX, persistió durante todo el siglo XX y es en gran medida un síntoma del poder colonial. Sin embargo, los artistas ya han ido mucho más allá de este vestigio metodológico y muchos están comprometidos con nuevas definiciones de nacionalidad, abordando la identidad con otras visiones sobre la comunidad, la ciudadanía y la pertenencia".



KYOJI YANAGISAWA: "Los líderes deberían ser cobardes cuando hay vidas en juego. Putin ha dicho a las madres de los soldados muertos en Ucrania que sus vidas no fueron en vano. Defiende la idea de que morir por su país es bueno. El comportamiento de Putin resume la arrogancia de algunos políticos, que creen que pueden utilizar las vidas de otros como herramienta, lo cual es falso, ¡no tenemos autoridad sobre las vidas de los demás!".



JUAN ABREU: "La Independencia y la Soberanía son dos de las supersticiones más callosas y siniestras del llamado Pueblo. Que es otra superstición funesta, sólo existen los individuos, las personas una a una. Lo colectivo es una trampa totalitaria. Creo recordar que fue Ernesto Sábato quien dijo, con la mayor sensatez, que no le importaba la felicidad de todos los hombres sino la de cada uno. La Independencia y la Soberanía suelen ser en verdad el hábitat ideal de todo tipo de farsantes, maleantes, ladrones y canallas".


GEORGE STEINER: "Hay quien dice que no tener raíces equivale a carecer de un centro de gravedad en uno mismo, a no tener realmente acceso a la tierra ni a los muertos —¡nuestro querido Barrès!—, a no conocer la familia de sus ancestros. Equivale a ser lo que Hitler llamó, de forma insultante y sarcástica, «alguien que flota en el aire» (un Luftmensch, en alemán). A mí me encanta el viento, muchísimo. Ser un Luftmensch no me importa en absoluto. Por el contrario, me permite cruzar océanos, continentes, y descubrir una parte de este mundo fascinante en el que nuestra vida es tan breve. Dicho eso, no ignoro que para la mayoría de los seres humanos (y están en su derecho), la búsqueda de un terruño, de un hogar, es una pasión muy profunda. Eso me merece respeto, no soy estúpido. Pero a menudo la medalla tiene otra cara: el chauvinismo, el odio racial, el miedo del otro. Que cincuenta años o más después de Auschwitz haya luchas raciales en los Balcanes, en África, y que por todas partes reine un miedo absurdo del vecino que es de otra raza (palabra que, por lo demás, no quiere decir nada), o de otra etnia, porque eso puede depreciar el valor de la vivienda… es de una obscenidad… ¿no le parece? Comprensible, pero obsceno al mismo tiempo. El hombre es un animal territorial. Cruel, miedoso. Pero por Dios, al menos hay que intentar liberarse de eso".

ANDRZEJ BOBKOWSKI: "No pude ni puedo rebajarme al nivel nacional. Es posible que odie el nacionalismo incluso más de lo que odio el comunismo, y si fuera muy rico, financiaría una cátedra de cosmopolitismo y conciencia mundial en una de nuestras universidades"


CHRISSIE HYNDE: "No tengo ningún sentido de patriotismo, pero sí un sentido de comunidad".


FERNANDO TRUEBA: “Nunca he tenido ningún sentimiento nacional. En caso de guerra yo iría con el enemigo. Cuando leía la historia me decía qué pena que España ganara la Guerra de la Independencia, a mí me hubiera gustado que la ganara Francia. Entonces me digo, claro, que le den un premio nacional a una persona como yo... es medio incorrecto ¿no? Yo siempre he estado a favor de que hay que destruir las fronteras, no hay que crear ninguna nueva. No me he sentido español nunca, ni cinco minutos de mi vida, en los Mundiales siempre iba con las selecciones de otros países”.



LEV TOLSTÓI: "Dicen que las singularidades que caracterizan a cada pueblo son una condición esencial del progreso humano, y que por consiguiente el patriotismo que trata de mantenerlas es un sentimiento bueno y útil. Pero ¿no resulta evidente que, si bien en tiempos anteriores estas características de cada pueblo —costumbres, creencias, idiomas— eran necesarias para la vida de la humanidad, no es menos cierto que hoy en día constituyen el obstáculo principal para la marcha de lo que reconocemos como ideal, la unión fraternal de todos los pueblos? Y además, el sostenimiento y defensa de cualquier nacionalidad, sea rusa, alemana, francesa o anglosajona, determina el sostén y defensa correspondiente no solo de las nacionalidades húngaras, polaca e irlandesa, sino también de la vascongada, provenzal y otras; lo que no sirve para la armonía y unión entre los hombres, sino para apartarlos y dividirlos".


ANDY ROONEY: "No llevo una bandera estadounidense en el ojal. Y desafío a cualquiera a que demuestre que es un estadounidense mejor que yo. Simplemente creo que el patriotismo tiene tantas características de la religión que debemos tener mucho cuidado al utilizarlo. Sí, tenemos un gran país aquí. Quiero decir, ¿cómo es posible que no te guste ser estadounidense? Pero no tuve mucho que ver para que fuera tan bueno como es. Disfruto de estar aquí, simplemente. Tuve la suerte de nacer en este país. Yo no hice nada. Yo, simplemente... veo que todas estas personas que tienen banderas por todos lados se están atribuyendo el mérito de lo grandioso que es este país. A eso me opongo".


STEVE ALLEN: "El totalitarismo es patriotismo institucionalizado".