GUSTAVE FLAUBERT: "La idea de patria, es decir, la obligación en que se ve uno de vivir en un trozo de tierra señalado en rojo o en azul sobre el mapa, y de odiar los demás trozos de verde o de negro, siempre me ha parecido atroz, limitada y de una estupidez feroz. Soy el hermano en Dios de todo lo viviente, de la jirafa y del cocodrilo tanto como del hombre, y conciudadano de todos los inquilinos del gran caserón amueblado que es el Universo".